lunes, 8 de agosto de 2011

Ese día especial

Desde pequeñitas leemos cuentos, en los que hay una bella princesita, que encuentra su príncipe azul, con el que se casa para siempre, y viven felices comiendo perdices. No existe ninguna trama de desamor, de obstáculo, salvo una mala señora, conocida como la bruja, que finalmente siempre es vencida.


Nos trasmiten y nos introducen en una “falsa vida” y a medida que vamos creciendo nos damos cuenta de que en definitiva son cuentos, que no tienen nada que ver con la realidad. Que aquí no existen príncipes, ni princesas, que no todo es color de rosa y que no existe una bruja, existen muchas que se transforman en distintas dificultades.


Todas soñamos con encontrar nuestro príncipe azul, con el cual nos casaremos y viviremos una vida de cuento. La boda será maravillosa, llena de alegría, rodeados de familia y amigos que nos dirán lo mucho que nos quieren.


Viviendo la realidad,  entendemos que hoy en día estas pequeñas cosas, ocurren cada vez menos. No damos lugar a que las bodas lleguen, porque nos separamos antes de que podamos llegar a imaginar ese día que para mi es tan especial.


Por eso yo, tengo que dar gracias por encontrar ese príncipe, que aunque no tenga sangre azul, tiene todo lo que una chica como yo necesita y con el cual un día espero tener ese día tan especial. Ese día que últimamente todo el mundo me recuerda y que me invitan a vivir con ellos.


Un día que ya me plantea la gente que me rodea y que tengo en mente, con cada uno de esos detalles que solo las mujeres vemos. Me veo entrando por esa iglesia calasancia que tantos recuerdos me trae, y saliendo ya de la mano de ese que ya será mi marido, la mejor persona que conozco y la única que sabe hacerme feliz con tan solo una mirada.